Vigo vuelve a encontrarse bajo los focos del mundo. El Mundial sub-21 de balonmano regresa al Pabellón Central de As Travesas, donde ya vivió significadas gestas en 1989. Pero lo que importa es que vuelve, una vez más, una competición de calidad a una ciudad que es puro balonmano. Lo respira de la mañana a la noche desde siempre, desde que el histórico Traviesas se proclamó en Les Corts subcampeón de España de balonmano a once cayendo ante el Barça en 1957, cuando aquella modalidad, génesis de la actual, se disputaba en campos de fútbol de hierba natural.
La historia de esta disciplina bebe de cuantiosas fuentes y no por casualidad: tanto en la élite masculina (Vulcano y Octavio) como en la femenina (Skol y Citroën) Vigo ha estado magníficamente representada.
En los últimos tiempos, además, también nos hemos acostumbrado a recibir todo tipo de excelentes competiciones. Los Campeonatos de España en edad escolar para selecciones autonómicas, con todo el halo de futuro que las jóvenes generaciones presentan, la Copa del Rey o la Copa Asobal han tocado desde el Ifevi al Central, que igualmente ha abierto sus puertas para el mejor balonmano femenino con la Supercopa, o para la selección nacional absoluta masculina con el Torneo de España.
Ahora, el renovado polideportivo municipal se prepara para este XXII Campeonato del Mundo (16 al 28 de julio) en el que España defiende título. Vuelven los “Hispanos” en su versión júnior. Y en Vigo, con las Cíes como maravilloso telón de fondo, los recibiremos con los brazos abiertos y dispuestos a disfrutar con los campeones del mundo, pero también siendo ejemplo de hospitalidad para las otras selecciones entre las que figura también la de Portugal, “os nossos irmãos”.
Abel Caballero Álvarez
Alcalde